Aunque el desencadenante de la enfermedad se atribuye a la contaminación sobrevenida en la Revolución Industrial, por lo que antes del S.XIX se supone que no existía; muchos son los textos antiguos que mencionan actitudes y rasgos en personas muy semejantes y comunes al Parkinson. Entre ellos:
1500-1200 a.C.: en
un papiro egipcio de la XIX dinastía, figura un rey que con la edad, su boca se
había ido debilitado, y salivaba de
forma continua (característico de la sialorrea).
380 a.C.: El Charaka Samhita (libro sánscrito del Aryuveda) contiene el cuadro de varios tipos de temblor, a
veces asociados a parálisis.
S.I a.C.: en el
Canon del Señor Amarillo (manuscrito chino), se alude a un enfermo de 59 años
con temblor invalidante, lo que le hacía incapaz de autoalimentarse.
1452-1519: Leonardo
da Vinci relata: “aparece claramente en
paralíticos cuyos miembros se mueven sin consentimiento de la voluntad y esta
voluntad, con todo su poder no puede impedir que las extremidades tiemblen.”
1564-1616: William
Shakespeare da vida, en Enrique VI, a un personaje que se agita y zarandea
inclinando la cabeza. Diálogo: - Dicks - ¿Por qué tiemblas de ese modo? ; - Say
– es debido a la parálisis y no al miedo.
(…) ¿Es en verdad el Parkinson una enfermedad que se encuentra entre nosotros mucho antes de ser descubierta?



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